Ya no te quiero, es cierto

domingo, 14 de diciembre de 2008




Una gota de sudor recorre mi columna vertebral. Podría deberse a que tus sabias manos aguijonean mis sentidos. Nos esculpimos a besos, nos construimos de caricias. El deseo que me provocas me taladra y una amalgama de sábanas y piernas nos zarandea hasta dejarnos exhaustos.

Podría deberse a que tarareamos a medias una canción mientras nuestros cuerpos se pegan siguiendo su cadencioso ritmo. Mi mano derecha sube sutil por tu nuca y uno de tus rizos morenos se empeña en atornillarse a mi dedo. Damos vueltas y más vueltas mientras la luna llena nos sonríe pícara desde su atalaya de reina.

Podría deberse a que estamos medio vestidos en la cocina. Yo frío unas patatas y tú levantas mi pelo. Tu lengua, apenas imperceptible, recorre mi cuello. Finjo escaparme de ti y terminas persiguiéndome alrededor de la mesa mirándome desde tu infinito amor. Me dejo atrapar al cabo de unos pocos segundos porque no resisto más allá sin que me abraces.

Podría deberse a que nos hemos colocado demasiado cerca de la chimenea. La lluvia visita nuestros cristales y jugamos a aparear palabras. Hacemos sombras chinescas imposibles sobre la pared del fondo y me adivinas la mariposa mientras viertes en mi oído relatos de futuros viajes.

Una gota de sudor llega al final de mi espalda. Se debe a que acabo de soñar contigo y tu rostro se me desdibujaba. Un caballito de mar pasaba a tu lado haciendo burbujas rosadas. Me hablabas, y tu tono de voz, que antaño hubiera diferenciado entre mil, se me perdía entre todos los demás y se desvanecía en la carencia de sonidos conocidos.

Ya no te quiero, es cierto.
¡Pero cuánto te quise!

5 comentarios:

Nayra dijo...

Volvería a sufrir minuto a minuto solo por sentir como te quería segundo a segundo..

Ahora pongo los pies en el suelo y decido que solo daré lo más hermoso y valioso que poseo al hombre que sepa Amar..

josman dijo...

mirar hacia atrás sin ira...cuanto cuesta a veces y cuán imprescindible
y urgente se vuelve para ser capaz dar el siguiente paso sin que el alma este ahogada por ocultas esclavitudes

un beso

Anónimo dijo...

Ya es una suerte haberlo sentido más allá de los sueños...

Thalía dijo...

joooooo

Unknown dijo...

Las cumbres escarpadas a donde tu amor me eleva es la medida de la profundidad del abismo donde tu ausencia me deja.