No te metas a mi feisbuk

lunes, 26 de julio de 2010

Que no soy fan precisamente del facebook lo sabe cualquiera que me conozca. Que conozco cantidades ingentes de gentes (nota mental: no intentar hacer juegos de palabras chorras) que están loquitos por entrar y salir y pernoctar dentro de él, también es verdad. Que yo me creé una vez un perfil...pues sí. Con datos falsos, eso sí, y ni una sola foto, pero crearlo lo creé. Y desde que lo creé... allí está... sin tomarme la molestia de ver si le ha crecido musgo por las esquinas. Simplemente es algo que no me llama, que no me dice nada, y yo normalmente a lo que no me dice nada...lo ignoro.
Pero es que hoy he recibido un correo con los nombres de grupos del feisbuk más graciosos y me he reído un rato a gusto yo sola. Primero, porque hay que reconocerle el ingenio a los que se inventan los nombrecitos y segundo, porque yo creo que eso nos ha pasado a todos. Y si no... aquí van unos ejemplos...

Yo también he usado alguna vez el móvil como linterna
Sin ir más lejos, yo lo usé de linterna en tierras de Jaén, pero es que no se veía ni tres en un burro ¡eh!
Saco el móvil, miro la hora, lo guardo y ni idea de la hora que es
Yo hace tiempo que no llevo reloj de pulsera porque uso el móvil, como muchos. Y como muchos miro la hora sin verla.
Yo también dije "trae, que tú no sabes" y luego tampoco supe
Venga, venga, que levante la mano el que no lo haya dicho nunca.
Mi madre también dice "es la primera vez que me siento en todo el día"
Mi madre lo dice cada vez que nos juntamos a comer en su casa toda la familia. Claro, es que para hacer comida para ocho (sí, esa es "toda la familia") necesita coordinar a todos los gremios.
Mamá házme algo para comer. ¿Por qué no te lo haces tú? No, es igual, no tengo hambre
Si me dieran un euro por cada vez que he tenido esa conversación me compraría un Ferrari. ¿Pa qué? pa tenerlo
Yo tampoco he visto nunca una paloma pequeña. ¿Nacen ya grandes?
Oye, que jamás se me hubiera ocurrido preguntarme esto pero puestos a hacerlo...¿nacen ya grandes?
A mí también me dijo que le salió fatal y la asquerosa sacó un diez
Una amiga de mi hija era especialista en eso. Y mi hija decía la frase de marras textualmente. Yo creo que este grupo tendrá muchos adeptos.
Yo también me pego golpes contra los muebles y empiezo a agonizar
¡Coño! y quién no. Ese dedito del pie que pega contra la pata de la mesa, agggggggggghhhhhh
Los cortes de digestión no existen: son los padres
Eran los padres cuando yo era hija y lo siguieron siendo al ser yo madre
Yo también me quedé aislado porque mi madre fregó el suelo
Jajajajaja un clásico. El sábado mismo le dije a mi hija... no salgas de tu habitación que voy a fregar el pasillo.
Ojalá tuviera por la noche el sueño que tengo por la mañana
Uish, y el que tengo a media tarde.
Si no sabes diferenciar entre "a ver" y "haber" deberías morir
O al menos, cortarte una mano

Vamos, que visto lo visto, el feisbuk es un pozo de sabiduría popular.

Agradecimientos

miércoles, 14 de julio de 2010

Volví de la velada literaria con 1500 kilómetros más en mis costillas, con abrazos sinceros guardados en la maleta y con las pupilas llenitas de olivos. Ayer le mandé un correo de agradecimiento a la organizadora del evento, que es el que sigue. A mi amiga, a la que me alojó en su casa, a la que me enseñó el Parador, a la que no le importó conducir tres horas para que yo disfrutara de una noche mágica y otras tres para devolverme a la realidad, a la que me llevó a comer berenjenas con miel... a ella... se lo agradecí en la estación, mientras nos despedíamos.

La verdad es que no sé cómo empezar. Todos los pensamientos que tuve desde el momento en el que recibí tu mail para invitarme a la II velada literaria fueron positivos. Pensé que conocería gente interesante, que sería divertido, que tendría un fin de semana para disfrutar, que sería una experiencia distinta e inolvidable. Pero todo lo que yo fabriqué en mi cabeza se quedó corto, muy corto...

Doce personas reunidas en la misma casa, desde los ocho a los taitantos años, y ni un solo roce. Entre todos reuníamos un buen montón de kilómetros para llegar hasta allí, aunque la palma se la llevaron las gallegas. Claro, que llevaban un super GPS que las dejó en la misma puerta. Así cualquiera.

La comida (¡qué comida!) sirvió para un primer contacto, para presentarnos y para charlar de la mar y de los peces. Y ¡cómo no! para criticar al mercurio, ése que nos mostraba, ufano él, que estaba en la rayita de los 47 grados, pero que a poco que pusiera interés se ponía en los 50. ¡Bah! termómetros a nosotras...

Después de la comida, hubo gente pa tó. Los más osados cogieron el coche y se fueron a conocer los alrededores, los más sensatos cogieron la almohada y se echaron una siesta y las dos Evas, Juani, Divi, Elena y Carlos cogieron/cogimos los sofás de "La esfera" y compartimos cuatro horas de cháchara, de risas y de matamoscas. Hasta hicimos un sorteo, con números escritos en un papel y todo ¡eh!, para establecer el orden de duchas, que se cumplió a rajatabla. A los bellos durmientes no les quedó otra que acatar los designios de los papelicos y esperar su turno. Así y todo, Nonita estaba arreglada antes que yo. Y es que nunca me había pintado el ojo abanicándome a la vez, hay que tener destreza para eso.

El picoteo en Hacienda Romero (si eso era un picoteo, no quiero saber lo que será una comida en condiciones) genial. Fantásticos los huevos, Sebastián. Y después, al lío. Yo creo que, aunque no se nos notara ni una pizca, todas teníamos mariposas en el estómago antes de "salir a escena". Primero fue la casa de Cristina, la ganadora, luego mi librería, después el piso en alquiler de Charo, luego el bureau (leído bureau o bigó, a gusto del consumidor) de Nonita y por último el hombre de ojos verdes de Eva C (no se pide cualquier cosa la muchacha, no) Cinco relatos mágicos. Claro, que...¿qué podría esperarse en un entorno mágico y en una noche más mágica aún?

Las velas en la piscina, la ramita de romero que acompañaba "el certificado" de que yo estuve allí, la botellita de aceite de oliva, el letrero con mi nombre en la puerta de la habitación (que me llevé de recuerdo)... todo estaba preparado con tanto mimo que emocionaba. Y para emoción, y de las gordas, cuando tocó despedirse. De Rosa y Sebastián, anfitriones inmaculados. De las profesoras de matemáticas, con las que sentí un feeling especial desde el primer momento. De todos los demás, cómplices de cuartos, de cigarrillos, de confidencias sobre La Dolores...

En el viaje de vuelta llevaba tantas sensaciones conmigo que tuve que cerrar las ventanillas del coche para que no se me escapara ninguna.

Y todas sin excepción siguen estando aquí.

Gracias por todo, lo tangible y lo que no.

¡Qué de cosas!

martes, 6 de julio de 2010

Nos pasamos la vida esperando cosas. Las más habituales y solicitadas son que nos llegue el amor de nuestra vida y que nos toque la lotería. O que nos llegue la lotería y nos toque el amor de nuestra vida, no vamos a ponernos tiquismiquis.
Dado que yo no creo en el contigopanycebollapasiempre y que no gasto ni un céntimo en juegos de azar, estas dos situaciones en particular quedan fuera de la alforja de mis esperas.
Lo que yo llevo esperando más de un mes es que me lleguen las ganas de escribir en el blog. O dicho de otro modo, que las musas dejaran de bailar medio desnudas para otros y se decidieran a venir a visitarme. Ahora que lo pienso... ¿por qué tienen que ser mujeres? ¿por qué no hay musos que te visiten de noche? y ahora que lo pienso más... ¿por qué me imagino a las musas en paños menores o directamente sin paños? Seguro que esto tendría que hacérmelo mirar.
En realidad no es porque no hayan pasado cosas durante este tiempo, que sí han pasado, por ejemplo que si estos días atrás me atrevía a preguntar lo que era un fuera de juego, decenas de ojos me atravesaban de parte a parte y los dueños de esas miradas me tildaban poco menos que de traidora a la patria cuando "confesaba" que no había visto el partido contra Honduras.
-¿Pero tú sabes dónde está Honduras?
-Claro, en África
-Muy bien, campeón. A por ellooooooos, oeeeeeeeeeee
Otra cosa que ha pasado es que un amigo me invitó a cenar en Altea. Si me hubiera avisado no hubiera llevado taconazos (lo que conozcan Altea sabrán por qué lo digo) pero como fue una sorpresa y como el que quiere presumir tiene que sufrir...
El restaurante en lo más alto del pueblo, la mesa en la terraza con velitas, y las vistas... ¡madre mía! toda la bahía a mis pies, completamente iluminada. Fue sentarme y quedarme sin palabras.
-¿Te gusta?
-...
-¿No te gusta?
-...
-No te gusta
-...
-Pero dí algo
-¡Calla, coño!
(sí sí, a mí a romántica no me gana nadie)
Otra cosa que ha pasado es que una legión de bacterias ha invadido mis encías. ¿Os acordáis de que hace un par de meses comenté que tenía una infección? Pues no, no era una infección, era la madre de todas las infecciones, vamos... que las toxinas de mi boca tenían montado tal sarao que ríete tú de Sodoma y Gomorra. Tuve que buscar un periodoncista, que es un señor especialista en enfermedades periodontales, que me dijo que las bacterias se estaban comiendo la masa ósea de mis dientes. Si yo les doy de comer cada día pescadito y frutitas y verduritas y de vez en cuando incluso algún pastelito... ¡qué necesidad tenían de comerse también mis dientes! ¡Cabronas! Pero si yo voy al dentista una vez al año sin falta y me cepillo los dientes tres veces al día... Ah, sí, pero esto normalmente es hereditario... ¡la madre que me parió!
Ayer me hicieron la segunda parte del tratamiento (si os interesa ponéis en google "raspaje de encías" y os enteráis, que es muy largo de contar) y ya de paso me tuvieron que extraer una muela, completamente sana, porque ya no tenía remedio.
-Te pongo este algodón en el hueco, y aprieta los dientes un par de horas. Dientes, dientes, que es lo que les jode...
-Aziazzzzzzz
Salgo del periodoncista y llamo a Ana, que tiene siete puntos en la rodilla (otra cosa que ha pasado, pero esa cosa es suya) para contarnos nuestras cuitas.
-¿Dónde estás?
-En la uerta
-¿En la huerta? ¿En qué huerta?
-En la huerta no, en la uerta
-¿En la puerta?
-En la uerta, zí, en la uerta def cote inglé
Otra cosa que ha pasado es que presenté un relato a un concurso. A un concurso de relatos, naturalmente, no va a ser a uno de belleza. Y oye, que quedé entre los doce finalistas, y oye, que de los doce finalistas quedé en primera finalista. O sea... la ganadora y luego yo. Chachi. Y nada, que el viernes me voy camino de la entrega del premio a la ganadora... o sea... yo no, y de la velada literaria que se hará con los finalistas y la ganadora. Venga, aguantad un poco, que ya os lo contaré todo a la vuelta, que los musos vuelven a quererme.