Riguroso negro

martes, 31 de marzo de 2009




En las sesiones de "vecinos de sillón" (pinchar para el post previo) se organizan tertulias, como si en vez de estar en una sala de torturas estuvieran esperando su turno en la peluquería para que les hiciesen una permanente o les cortasen el pelo. Hoy la tertulia se ha centrado en el interesantísimo tema titulado:

La muerte:
¿Es conveniente y/o apropiado llevar luto cuando se muere un ser querido?

Yo defendía la postura de que el luto se lleva por dentro, y ni que vestir de negro implica necesariamente tristeza , ni vestir de rosa quiere decir que el finado te importe un bledo. O sea, que cada uno haga lo que le salga de su ánimo, sin obligaciones. Seguro que todos conocemos casos en los que el que se queda había sido peor que un dolor de muelas para el que se ha ido y sin embargo al fallecer éste, luto riguroso y golpes de pecho. Y todo lo contrario, alguien que hizo en vida de su padre, de su hijo, de su mujer todo lo humanamente posible y algo más (que al fin y al cabo es lo que cuenta) y no se vistió de negro.
Mi opinión era compartida por otra chica, unos años menor que yo, que acompañaba a su padre, pero la verdad es que había opiniones para todos los gustos.

Y lo que en principio era una "inocente" charla ha derivado en:

-Hay que ponerse de luto para que la gente sepa que se te ha muerto alguien y te pregunte (emoticón de ojos como platos)
-Ahora se te muere el marido y a los dos días está la mujer en la calle como si nada (el deporte nacional, criticar y chismorrear )
-Es una manera de honrar al muerto ( ¿y lo honraste en vida?)
-El único que pierde es el que se muere (una verdad como un templo, las cosas como son)
-Pues para lo que hacemos aquí, cuanto antes mejor (¡ay¡ay!¡ay! que esto va por mal camino)

Llegados a este punto le he echado una mirada al enfermero para ver si me echaba una mano. Me ha entendido enseguida porque ha llegado y ha dicho:

-Como no cambien de conversación les pongo a uno en cada esquina para que no puedan hablar.
Mano de santo, oye.


3 comentarios:

sauce dijo...

A mi me encanta vestir de negro, pero nunca he llevado luto.

El vacío de la pérdida está dentro y no hay color que lo defina.

pilar dijo...

Ah, ya lo del luto... para mí estar de luto, es eso, pasar un luto cuando alguien muy querido se vá, aunque no vayas de negro.
En lo que a mi respecta y según mi desgraciada experiencia, se queda una pena... y un dolor tan grande... que es verdad que solo te apetece vestir de negro, pero no pa un año ni pa un mes ni para un tiempo determinado, sino hasta que un día tu... decidas que ya estar algo mejor y que puedes verte de otro color...
Por mi parte, en ese tema cada uno puede hacer lo que quiera, y lo que le salga del moño, bastante tiene uno, en esos casos.

Luji dijo...

Alguna vez me vendieron la idea que la persona doliente vestía de negro para avisar a los demás...y así, obtener un respeto a su paso (se entiende, que bajen la voz o que no se hagan invitaciones a diversión)... A mí que también me encanta vestir de negro, no me afecta si ese color es para algún uso particular... también creo que el duelo no se pone o se quita, se siente, nomás.