Noche Sabinera (II)

domingo, 16 de agosto de 2009



Ana duerme en la habitación de al lado. No, no me he equivocado de post, es que verdaderamente Ana duerme otra vez en la habitación de al lado. La diferencia es que esta vez está en mi casa.

Esta vez no avisamos a Carpo porque la paciencia de su santa esposa tiene que tener un límite, y no nos atrevemos a superarlo. Esta vez no viajé para ver a los músicos de Sabina, los músicos de Sabina vinieron hasta mí. Esta vez, como la otra, disfruté tanto que es tarea imposible poder describirlo.

Esta vez no hubo karaoke, así que Ana se quedó con las ganas de cantar. La organización consideró que si subían diez personas, nueve estarían borrachas, así que todo lo hicieron ellos.

El espectáculo empezaba tarde, a la una de la madrugada, así que Ana y yo nos fuimos a cenar. Bocata de tortilla de patatas para mí, bocata de pincho moruno con espárragos trigueros para ella (cómo se nota la que es de pueblo y la que es de capital)

Sentadas en una plaza, con los pies colgando, masticamos y hablamos a la vez obviando las reglas del protocolo más elemental. ¡A quién le importa el protocolo!

Pancho Varona, tan amable como yo lo recordaba, nos invita a pasar al "camerino". Vuelvo a flipar con el hecho cierto de que yo esté allí con ellos. Reímos y bromeamos. Hace un calor del carajo.

Empieza el concierto. Zumo de neón contra la depresión en primera fila, un verdadero lujo. Canto todas las canciones y me doy cuenta de que en alguna lo hago con los ojos cerrados. Y soy consciente de que las noches sabineras se han convertido para mí en una terrible y maravillosa adicción.

Nos vamos a casa a las cuatro y media de la madrugada, y todavía dejamos pasar un tiempo más sentadas en el suelo de mi terraza, calladas y mirando el cielo. Supongo que cada una tenemos nuestros propios pensamientos. Después caigo en los cálidos brazos de Morfeo (qué bien abraza el condenado) rememorando canciones, sensaciones...

Mi ingrato reloj interno me ha despertado a las nueve menos veinte y ya no ha habido forma ni manera de volver a dormir. No es justo.

¡Ah! casi se me olvida. Ana ligó con un veinteañero y con otro que no sé si llegaba a los 20 (eso sí, con unos ojos azules espectaculares) y yo ligué con una treintañera. Vaya plan.


7 comentarios:

Labegue dijo...

Si es que estás que lo rompes nena.

Gracias por todo, la siguiente..., pronto, muy pronto.

Beso!!!

luji dijo...

Según fuentes poco fidedignas, el mundo se termina el en 2012...
Si hacemos caso a los instintos...estos esxcesos nos van muy bien

Besos!

josman dijo...

rompieron algo??

es que como pancho tiene esa cara de buen chico seguro que no les dice nada

esto mio sera la envidia??

Seda dijo...

¿Quíén rompió algo?
Ah, nosotras, que nos tratas de usted :)
Pos no, excepto algunos corazones, no rompimos ná.

Luji... ¿2012? juer,con la de cosas que tengo que hacer, no me viene bien que sea tan pronto.

Labegue, me parece que la próxima va a ser a primeros de mes. Me perviertes, jamía, mira que quiero resistirme a tus encantos, pero...

Labegue dijo...

Genial!!! Hay dos opciones: las fiestas o una playa nudista.

Que decida Luji XDD

Besossssssssssssss

Seda dijo...

¿Que decida Luji?

¡Que se te vuelva la boca chicharrón!

Luji dijo...

Parece mentira...con lo nada exhibicionista que soy y me tienes miedo :P