Hernán Cortés, esquina María Agustín

martes, 4 de agosto de 2009

Ana duerme en la habitación de al lado, con la puerta abierta. Si la pared de enfrente fuese de cristal, podría verla dormir. Si me levantara de este sillón, también podría verla. Yo hace más de una hora que me levanté, pero eso no tiene ningún mérito. Duermo poco y mal. Un vaso verde con mucho hielo contiene mi primera coca cola del día y al otro lado del sofá reposa el segundo tomo de "Con buena letra", de Sabina. Él está presente en casa de Ana tanto como en la mía, así que como en la mía me siento, aunque no sólo por Sabina.
A Carlos lo dejamos anoche en la puerta de su casa a las doce de la noche, con el tiempo justo para que no se convirtiera en calabaza. Antes de eso, cita en Hernán Cortés, esquina Paseo María Agustín, que es un buen sitio para aparcar, según dice Ana. Carlos viene en autobús, sin problemas de aparcamiento, y aparece en el preciso momento en el que Ana y yo calibramos el miembro de un negro que pasa por delante de nosotras. Cosas de las hormonas, nada grave. Carlos nos confiesa que nunca se lo ha hecho con un negro y nosotras le creemos, no sé por qué.
Terraza al aire libre, que con estos calores es lo que apetece. Cerveza para ellos, lo de siempre para mí. Repetimos al cabo de un rato, hay que ver la sed que da tanta conversación, tanta risa. Sorpresa inesperada para alguien en una isla. ¡Qué tonterías digo! naturalmente que es inesperada, valiente sorpresa sería si fuera esperada.
Setenta y tres risas y media después decidimos irnos a cenar. El local es agradable y está casi vacío, pero aún así Carlos elige la última mesa para sentarnos porque teme que nuestras conversaciones exciten a las mesas de alrededor. Y quién sabe de lo que puede ser capaz una mesa excitada. Para ellos vino, para mí agua, y para Ana el único pimiento del Padrón que picaba.
Ana sigue durmiendo, quizás soñando, y el enorme reloj de la pared marca las cinco y cinco. Ya marcaba las cinco y cinco cuando yo llegué ayer. ¿No ha pasado el tiempo? puede ser, el tiempo es relativo.
Tres pisos más abajo están regando, oigo el ruido del agua. No sé si están dando de beber a las baldosas sedientas de la terraza o a las verdes plantas que sonríen agradecidas cuando las gotas humedecen sus raíces. Si cierro los ojos, y sin cerrarlos creo que también, me puedo imaginar dentro de una ducha gigantesca, una enorme catarata que atraviesa las paredes de esta casa, que siento como mia.
Paseamos de noche por una Zaragoza casi desierta. Lunes y Agosto, decimos los tres.
Y los tres nos despedimos con abrazos y la promesa tácita de volver a encontranos, de volver a vernos, de volver a reirnos. Ana y yo volvemos a casa y durante un par de horas hablamos de nuestro tema favorito: la termofusión nuclear.
Mi coca cola, la primera del día, está ya agonizando en el vaso verde y Ana me saluda somnolienta desde la puerta.
Estoy escribiendo en el blog
¿El qué? ¿que estoy durmiendo?
Efectivamente
Y se va a la cocina a preparse un café, el primero del día.

5 comentarios:

carpo dijo...

La termofusión nuclear dice que...

...si es que hay gente que no respeta ná!!

joer que mal se duerme en el sofá :(

Seda dijo...

Pues mira que hemos estao toa la noche preguntándonos si estarías durmiendo en el sofá. Vamos, que no hemos dormido nada ni la una ni la otra.
Termofusión nuclear y la cría del olivo, otro tema apasionante entre nuestras conversaciones.

Labegue dijo...

Como no dejéis de meteros conmigo, juro que me desapunto de amiga.

He dicho!!

Venga, va, que la próxima vez que nos veamos juro que estaré exultante, me estoy aplicando para aprender todo lo que me queda por aprender sobre la termofusión, y seguro que hay alguien a quién se le van a cruzar los circuitos.

He dicho 2!!

No me creo lo del sofá. Seguro que es una santa.

He dicho 3!!

Taluego!!!!!!!!!!!

Luji dijo...

No se por qué pero imagino que si se hubieran citado para un desayuno...lo mismo hubieran acabado a la medianoche XD

Olinda dijo...

Que lindo que suena. Yo sueño que estoy en ese sofá soñando que tomo unas cervezas en vuestras compañías :)