viernes, 28 de mayo de 2010
Hacía mucho que no discutía con nadie. No me gusta discutir. Pero, oye, es que hay veces que te buscan y te buscan y te rebuscan y tú no puedes hacer otra cosa que terminar saltando enfurecida (o casi) sobre el rebuscador. Hace unos días, estando reunidas algunas personas, alguien dijo algo (no voy a decir quién ni qué) sobre una empresa. Digamos que yo tengo línea directa con la susodicha empresa y comenté que me extrañaba la noticia. Sí, sí, es verdad, me contestó.
Bien, en cuanto tuve oportunidad (tres días más tarde) hice la pregunta adecuada a la persona idónea. Y me corroboró que, efectivamente, no era cierto, y ya de paso me contó la verdadera historia.
Naturalmente, en cuanto he visto hoy a "alguien" me he ido directa...
-Oye ¿tú de dónde sacaste la noticia del otro día?
-Ah, no sé, es lo que dicen
-¿Lo que dicen, quiénes?
-Pues por ahí, la gente
-¿Y tú vas difundiendo un rumor que no sabes si es verdad?
-Hombre, si a mi me lo dicen...¿qué tengo que hacer?
-Callarte
-Vamossssssssssss, porque tú lo digas
-No, porque yo lo diga no, porque es lo correcto
-Eso no lo hace nadie
-Lo hago yo
-Serás la única. Además...tú eres rara (yastamos)
-Será eso
-La otra noche te fuiste a cenar con tu ex ¿no?
-¿Y?
-Pues que la gente pensará que habéis vuelto
-A mí lo que la gente piense me la refanfinfla
-Pues entonces no te quejes
-¿Pero de qué coño me estoy quejando yo? (reconozco que aquí ya me estaba calentando)
-De que la gente hable
-¿Pero por qué narices la gente tiene que hablar de lo que no le importa?
-Porque sí
-¿Por qué sí? ¿por decreto-ley?
-Y si no quieres que hablen de ti, no salgas a cenar con tu ex
-Perdonaaaaaaaaaaaaaa? (sí, los ojos saliéndose de las órbitas)
-Si tú no quieres hablar de nadie es tu problema, pero los demás tenemos derecho a hablar de lo que nos dé la gana
-Mira, bonita, tendrás derecho a hablar de lo que te dé la gana siempre y cuando te hayas asegurado antes de que lo que dices es cierto, y ni así.
-Claro, será mejor ser como tú ¿no?
-¿y cómo soy yo?
-Pues eso, que no te enteras nunca de nada
-Si todo el mundo fuera como yo en ese aspecto...otro gallo nos cantaría
-Sí, vale, lo que tú digas
He dado por concluido el tema antes de que mis manos fueran directas a su cuello. Va a tener razón mi madre cuando dice que no tengo conversación porque no veo Gran Hermano.