Todos tenemos un lado oscuro

lunes, 29 de junio de 2009




Está comprobado que todas las personas, en el fondo, somos muy parecidas. Todos, o casi todos, tenemos las mismas fantasías (no sexuales), a saber: volar y ser invisible.

Yo siempre he deseado ser invisible. Invisible y poder atravesar las paredes, eso es lo que quiero. Seguro que podéis decirme...pues muérete, te conviertes en fantasma y todo eso lo tienes. Vale, muy bien, pero...¿cómo sabéis que los fantasmas atraviesan las paredes? ¿porque lo habéis visto en las pelis? no me sirve, yo quiero certezas, no hipótesis. Además, ahora mismo no tengo ganas de morirme, a lo mejor otro día.

Si para algo aprovecharía yo eso de la invisibilidad es para cerciorarme de que todos tenemos un lado oscuro. Nada de cotilleos, simple estadística. Estoy convencida de que guardamos secretos, nuestros o de otros, y que preferiríamos que un rinoceronte nos pateara los ovarios ( en el caso de los varones... poned vuestro atributo preferido) antes que desvelarlos a cualquiera.

Esa casta esposa que tilda de guarrada una felación, porque "eso" no lo hace una mujer decente, y sin embargo se imagina en los brazos sudorosos del carnicero cada vez que éste le corta los filetes. Ese hombre que pone de hoja perejil a las chavalas que van a una playa nudista y él se agazapa detrás de unos arbustos con unos prismáticos. Esa señora toda enjoyada, que presume de sus obras de caridad, y que no puede evitar tomar prestado algo sin pagarlo cada vez que va al corte inglés. Ese amantísimo esposo, que trabaja más horas que el reloj para que a su mujercita no le falte de nada, y que prueba la dureza de la mesa de su despacho martes y jueves con la secretaria, o con la amiga de la secretaria.

Es como atravesar el espejo de Alicia, una vez al otro lado actuamos como protagonistas de una vida que no consideramos la nuestra. Y de lo que estoy segura es de que el lado oscuro de algunos es pequeñito, ínfimo (por ejemplo, el mío, of course) pero el de otros es un inmenso cráter que crece a la par que el interesado cumple años.

Los jueves, Sabina (XXI)

jueves, 25 de junio de 2009




Cuentan que Sabina estaba leyendo el periódico cuando su vista se posó en una noticia en particular. En ella se contaba la fuga de dos adolescentes con el único propósito de ver el mar. Por supuesto, sólo al flaco se le ocurriría dejar el diario y ponerse a escribir una canción sobre lo que acababa de leer. Eso es precisamente lo que diferencia a un maestro de un mediocre.

Por cierto, que yo cada día entiendo menos a la gente que pulula por los internetes. Resulta que me encuentro el videoclip de esta canción (con el anagrama de los 40 principales) y la insercción desactivada porque, y cito textualmente, es propiedad de la comunidad oficial de sabineros peruanos. ¿Desde cuándo una canción es propiedad de unos fans? me parecería lógico que si ellos hubieran hecho un video de la canción en cuestión con fotografías de los componentes de dicha comunidad oficial, o teatralizando a su manera y con sus intérpretes la canción, me parecería bien, digo, que la consideraran suya ( y la canción seguiría siendo de Sabina, se pusieran como se pusieran) pero que pongan el video tal cual es en origen y además grabado de un programa de televisión y digan que les pertenece... no sé... igual yo soy muy tiquismiquis, pero... ¿no es mucho morro?

En cualquier caso, lo que cuenta es la letra y la música y por eso la pongo sin video. Preciosa canción, en mi opinión.

Hoy... Pájaros de Portugal



Historia salvaje en el ascensor

viernes, 19 de junio de 2009




El otro día me comí a un tipo en el ascensor (aviso a las neuronas salidas de algunos/as antes de que se pongan a elucubrar... no fue ese tipo de comida) Resulta que él estaba ya entrando en el ascensor cuando yo abría la puerta del portal. Un vecino normal y corriente hubiese esperado a que yo entrara y subir los dos juntos, bien por hacernos compañía, bien por ahorrar electricidad, bien por lo que fuera o fuese. Pero él no pensó en nada de eso porque hizo ademán de cerrar la puerta como si no me hubiese visto. Vamos, otra cosa no, pero dejarme ver... me dejo.

Así que no me quedó más remedio que usar mi léxico apabullante. ¡¡Espera, que voy!! Y naturalmente tuvo que dejar la puerta abierta, porque hacerse el ciego y el sordo a la vez no iba a colar.

Tanta prisa me quise dar en llegar al ascensor que no me di cuenta de que la caja no estaba a ras del suelo sino un poco elevada, por lo que hacía un pequeño escalón. Pequeño para cualquiera menos para mí, que tropiezo en un tapón de gaseosa. Por supuesto tropecé, no podía ser de otra forma, y fui a parar a los brazos del galán con un estruendo importante. No lo empotré contra la pared porque estos ascensores son resistentes, aunque puse empeño en ello, no creáis.

El tipo en cuestión es... no quería usar esta palabra, pero creo que es la que mejor le cuadra. El tipo en cuestión es el más friki de todo el edificio. De hecho ese día iba vestido con una indumentaria que hacía daño a la vista, y eso que yo no llevaba las gafas (no tropecé por ese motivo, que os veo venir) y el daño fue más liviano. Bermudas floreadas, camisa de rayas metida por dentro de las bermudas, calcetines grises y sandalias marrones. ¡Viva el estilismo!

No tengo nada en contra de los feos, sosos y antipáticos, todos somos hijos de Dios (o eso dicen los curas) pero... ¿no podía haberme comido a cualquier otro, ya que por lo visto estaba escrito que me tenía que comer a alguien?

Me deshice de él recomponiéndome azorada y vi que se miraba el codo con cara de pocos amigos.

-¿Te he hecho daño?
-Pues sí, un poco

¿Pues sí, un poco? había otras posibles respuestas...

-Tranquila, no ha sido nada
-No, y tú ¿estás bien?
incluso...
-Mujer, que si querías abrazarme, que entiendo que te ponga, sólo tenías que decírmelo

Pero no. Pues sí, un poco. Que sólo le faltó decirme... y no te denuncio a la comunidad de vecinos porque me pillas de un amable que asusto.

Agradecido podría estar. Seguro que soy la primera mujer en su vida que se le tira encima. Total, para bajarse en el primer piso.

Los jueves, Sabina (XX)

jueves, 18 de junio de 2009

Adoro esta canción. Y así cantada, sólo con el sonido del piano, me pone la piel de gallina.

No voy a entrar en controversias de si se trata de la Magdalena de la Biblia. Para mí es una preciosa canción de alguien que una vez sació su sed de compañía con una mujer, es un excelente poema a la soledad de una carretera, o de un camino, tanto da. Lo que importa, lo que me importa a mí es el contenido. Y de contenido... va sobrada.

Hoy... Canción para la Magdalena

Madre no hay más que una

martes, 16 de junio de 2009




Domingo pasado. Reunión familiar. Me entero de que mi madre hizo algo que yo le pedí expresamente que no hiciera.

-¿Pero no te dije que no lo hiceras?
-Ya, pero es igual
-¿Cómo que es igual? ¿No notas la diferencia entre no lo hagas y házlo?
-Que sí, pero es igual
-Y dale, que la historia no es que sea igual o no, que la historia está en que yo te pedí claramente que no lo hicieras.
-Que sí, pero da igual ¿no?
-Si diera igual ¿te hubiera pedido que no lo hicieras?
-Hala, vale

Signo inequívoco de que mi madre da por terminada la conversación.

Y es que madre no hay más que una, y como dice Ricky López .... y me fue a tocar a mí.


Hay gente pa tó

lunes, 15 de junio de 2009

Esta entrada de hoy la ponen todos que tienen un blog, tarde o temprano. Se trata de las frases que la gente pone en un buscador para localizar un tema y termina en tu blog, que seguramente es la antítesis de lo que iba buscando. Lo que se denomina cadenas de búsqueda, en términos blogueros.
Bien, el primer puesto sin lugar a dudas es para la seda, naturalmente. Todas las combinaciones posibles: qué es la ruta de la seda, a qué se dedicaban en la ruta de la seda, por dónde discurría la ruta de la seda, cómo se lava la seda...etc etc, vamos... lo normal. También hay quien usa combinaciones de nicks para entrar (aquí ya supongo que sí quiere hacerlo en este blog porque sería mucha casualidad), por ejemplo... carpo labegue, seda sauce, sauce labegue, seda carpo...
Pero hay algunas cadenas de búsqueda demasiado curiosas para que las pase por alto. Todo lo que pongo está transcrito textualmente.
El decálogo de Hay gente pa tó
1.- Es que la tiene pequeña
Hija mía, si la tiene pequeña, la tiene pequeña. Te tocó la china, no hay nada que hacer. Ya puedes buscar todo lo que quieras en Internet, que no se le va a alargar. Más vale que te vayas haciendo a la idea.
2.- Cosas estraurdinarias
Más estraurdinarias que el palabro en sí, no creo que encuentres.
3.- Dibujos tiernos contra el respeto
A ver, a ver, que te veo confundido/a. O son dibujos tiernos a favor del respeto, o dibujos bordes contra el respeto. Tiernos contra el respeto es una incongruencia. Bueno, a lo mejor es que quieres ser irrespetuoso/a pero que no se te note mucho.
4.- Soy adicta a tus besos y a tus corridas
Halaaaaaa, lo que ha dichooooooo
5.- Mujeres que les irrita el espermatozoide
¿Uno en concreto? bah, eso tiene fácil solución, lo buscas, lo localizas y le lees la cartilla, que se va a ir a irritar a su madre. Ahora que lo pienso, pudiera ser que quisiera decir que hay un espermatozoide en particular que la pone de los nervios. Esto pudiera deberse a múltiples motivos, porque es un cansino que está dando todo el día la brasa, porque siempre quiere llegar el primero, porque se ha quedado dentro de ella a hibernar, qué sé yo, es un espermatozoide, a saber lo que pasa por su cabeza.
6.- Risa floja al hacer el amor
Hombre, no se trata de estar más serios que un plato de agua, un poco de vidilla riéndose siempre viene bien, pero risa floja...¿no será que tuvo un gatillazo y así disimuló?
7.- Encontré el amor de mi vida en Londres
Pues vale, muy bien, enhorabuena. No creo que haya que restregárselo a todo el mundo por las narices. Pero si a ti te hace feliz...
8.- Tabla de logaritmos neperianos
No se me ocurre nada al respecto. Sólo de pensarlo me entran sudores.
9.- ¿Quién hace cosas extraordinarias?
El cielo está extraordinario, ¿Quién lo desextraordinariá? el desextraordinador que lo desextraordine, buen desextraordinador será. Anda que no es ambigua ni nada la preguntita.
Y mi favorita...
10.- Mi hijo tiene 25 años y yo estoy traumatizada
Venga, va, mujer, ea ea ea.... ya pasó, ya pasó... Es que, perdona que te lo diga, pero tu hijo no ha tenido ninguna consideración contigo. Hay que ver, ir cumpliendo años el descastado. Menudo hijo te ha tocado en suerte.

El color del cristal con que se mira

jueves, 11 de junio de 2009


Son las doce y media de la noche. La ventana está abierta y mi cabeza también. No, no os asustéis, no me la he roto, quiero decir que dentro tengo un montón de cosas que bullen y rebullen sin encontrar su espacio.
Tengo este blog medio abandonado, y eso siendo generosa. Llevo semanas pensando. ¿En qué? buena pregunta. En la mar y los peces, en lo humano y lo divino, en las necesidades y las flojeras, en los viajes y los encuentros, en las caricias que no llegan, en las hojas del calendario, en la vagancia que me atenaza, en las salas de espera...
El lunes me dieron la mayor alegría del año. Las alegrías deberían poder tocarse y olerse, al menos en el mismo instante que se hacen tuyas y cada día, desde hace meses compruebo que nunca fue más cierto que todo resulta ser según el color del cristal con que se mira.
Me encontré a un vecino de sillón de mi padre en el pasillo que lleva a oncología. Llevaba una herida bastante fea en su pelada cabeza. Me contó que se había caído por las escaleras y añadió jocosamente:
-¿Te das cuenta? no hay manera de morirme, ni tirándome escaleras abajo.
Yo sólo pude reirme con él (aunque en el fondo no tuviera ninguna gracia) y pensar que en su lugar yo, no hace mucho, hubiera dicho:
-¿Te das cuenta? si es que soy una desgraciada, todo me va a parar a mí, tenía poco con lo que tengo que encima esto.
Diferentes colores de cristales, sin duda.

Acabo de anular un viaje que tenía programado para dentro de unos días a Santiago de Compostela. El tendón de mi rótula derecha se ha empeñado en hacerse amigo del nervio ciático y en cuanto pueden van a verse. A mí las amistades por interés nunca me han gustado, y eso de que se junten únicamente para joderme la rodilla me tiene bastante cabreada. Así que me he propuesto separarlos definitivamente y que el tendón se junte con la tendona y el nervio con la nervia y se dejen de experimentos. Como decía nuestra ilustre Ana Botella, las manzanas con las manzanas y las peras con las peras. Pero mientras consigo el triunfo, tengo que dejar a los gallegos aparcados, muy a mi pesar. Es la segunda vez que anulo un viaje en seis meses con los billetes en la mano. Sin embargo, cuando me ha llamado una querida amiga para decirme que le había tocado un viaje a Praga, lo único que me ha salido ha sido: Llévameeeeeeeeeee. Y si los hados me son propicios (y más les vale a los hados esos que así sea) dentro de unas semanas leeréis una entrada titulada: ¡Me voy a Praga!
Y si no me voy a Praga, me iré a Socuéllamos, o a Barcelona, o a Villaconejos de Arriba. Pero iré a algún lado, estoy segura.

El lunes, el de la alegría, hubo gente que me dijo que le encantaba verme contenta, y eso es porque normalmente parezco la antología del desánimo. El lunes, el de la alegría, empecé un relato sobre las palabras, las palabras que no encuentras en el diccionario para expresar cómo te sientes. El lunes, el de la alegría, cambió el color del cristal.

Buenas noches

Los jueves, Sabina (XIX)

jueves, 4 de junio de 2009


¡Ay! que casi no llego al jueves.

A petición popular (bueno, vale, sólo la ha pedido uno, pero petición es al fin y al cabo) pongo esta canción.
A mí me pasa como a Sabina, que como no creo en la reencarnación, todas las vidas que puedo tener estarán comprendidas en la que me ha tocado vivir.
Si vosotros os dejáis llevar por la imaginación... ¿qué vida escogéis? (y no vale eso de...ná, que con la mía ya tengo suficiente)

Hoy... La del pirata cojo